sábado, 1 de septiembre de 2012

Cambiando el corazón de una Ciudad


Les daré un corazón nuevo y pondré dentro de ustedes un espíritu nuevo. Quitaré de su carne ese corazón de piedra y les daré un corazón de carne. Pondré dentro de ustedes mi Espíritu y haré que caminen según mis mandamientos, que observen mis leyes y que las pongan en práctica. Eze 36:26-27

La ciudad de Los Ángeles es una de las ciudades bajo la mirada del Señor, esta ciudad es una ciudad de Aguas, compuesta por 7 ríos; muchos vienen cada año a buscar agua espiritual al pozo que el Señor ha abierto, hay un continuo adorar en un ambiente cargado de la presencia del Señor, es una ciudad que el Señor esta posicionando, en donde el Señor a levantado un equipo de Adoradores, Intercesores y Profetas para realizar un trabajo en conjunto. Las artes han sido otro de los puntos importantes dentro de este mover, ahora mismo están fluyendo desde los cielos las artes creativas para atraer hacia si los hijos señalados en este tiempo para la gran misión de llenar esta ciudad con las artes celestiales, con los sonidos del cielos, las pinturas, las danzas, las coreografías, las cuerdas, los instrumentos de viento, y todo lo que esta pasando en el cielo. En esta hermosa ciudad se han compuesto sonidos inéditos y melodías impensadas a causa de los hijos apasionados por El, hoy por hoy podemos decir que se avecinan nuevos tiempos, tiempos de Luz, tiempos de Reconciliación, tiempos de restauración, el Señor ha cerrado un ciclo para entrar en otro, uno que es eterno. Este nuevo ciclo tiene que ver con este 2012 (año de gobierno), como lo habíamos mencionado anteriormente al termino de este año Dios nos sorprenderá, veremos todo nuestro esfuerzo recompensado, porque aún hay esperanza para todo aquel quien cree, muchas de las palabras que te habían profetizado se cumplirán sin faltar ni una tilde, es por ello que debemos estar atentos a todo los movimientos. "Vienen días dice el Señor en que todavía se estará cosechando el trigo cuando ya será tiempo de arar el campo, y en que aún no se habrá acabado de pisar las uvas cuando ya será tiempo de sembrar el trigo. Por montes y colinas correrá el vino como agua. Este es el tiempo profético del cual nos hablaron nuestros padres, un tiempo único y exclusivo para todos los escogidos. Dios ha comenzado su gran obra sobre la ciudad…., ha comenzado a cambiar el corazón de la ciudad.

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